lunes, 10 de noviembre de 2008

CIUDAD DE ENSUEÑO

El cine influye en nuestras vidas de formas que a veces no somos capaces de concebir a primera vista. El cine ha creado relaciones interpersonales, ha diseñado las relaciones amorosas, hace cotidianos paisajes lejanos, altera las distancias y el tiempo.

Han sido unos días en los que me creía estar dentro de una gran pantalla de cine; caminaba por grandes avenidas que reconocía, veía paisajes que me resultaban familiares, entraba en los edificios de mis pósters de adolescencia, era una más de los actores de "la ciudad que nunca duerme".
La noche nos recibió al salir del metro en la calle 34 y detrás, en violetas y rojos tonos, se levantaba el edificio que intentó ayudar al gorila en el rapto de su amada. Las brillantes luces se reflejaban en mis ojos que querían absorver todo lo que iba a ver.

La helada brisa nos daba la bienvenida a una ciudad que aún no ha superado el terror de aquel 11 de septiembre, en la que andas pensando en las imagenes con las que almorzamos alquel día y en la que vecinos y turistas agradecen el que les vuelva a ofrecer la mejor de sus caras. Una alfombra de luces se extiende ante nosotros desde el mirador del Empire State Building.
No todo son racacielos, no todo gente con prisa por la calle, no todo banderas con sus barras y sus estrellas. Nueva York no es sólo la ciudad que nos han enseñado. Nueva York es una pareja paseando a su bebé a orillas del rio Hudson; es la cara del bebé que nos miraba sonriendo mientras nosotros alucinábamos al ver un misa con su coro de Gospel en una de las iglesias de Harlem; es también música de jazz en una oscura esquina de la 9ª avenida, es sonrisas compartidas con el mejicano que nos dió de cenar, en español, más de una noche. Nueva York era una de las ciudades escenario de mis sueños y se ha convertido en uno de mis viajes nunca soñados.

jueves, 23 de octubre de 2008

THE TRAVEL GOES ON

Ya llevo aqui unos dias y desde el primero parece que estoy en casa. Superada la primera impresion de vertigo vertical al bajar del metro por primera vez, Nueva York te atrae, te seduce, te hace suya.
Cuando el avion que me trajo hasta Nueva York se disponia a aterrizar en el Internacional Airport JFK subi la persiana de la ventanilla para no perder ningun detalle del paisaje. El azul infinito de agua y cielo con el que llevabamos mas de ocho horas fue sustituido por un gris sereno y retazos de tierra desperdigados. Desde todavia 3000 metros de altura se empiezan a divisar diminutas casitas tipicas de pelicula americana con su jardin, garaje y el coche aparcado en la puerta, e incluso muchas de ellas con su propio embarcadero. Y asi un rato, mas casas, mas coches, mas diminutas personas paseando a sus perros pero ni rastro de los enormes rascacielos con los que pensabas encontrarte al llegar a esta ciudad. Muchas de las caras de los viajeros con los que comparti el viaje se preguntaban lo mismo que yo, mirando a derecha e izquierda, forzando la vista en el horizonte sin encontrar rastro alguno de la "skyline" neoyorkina.
El personal de vuelo nos habia entregado hacia rato los cuestionarios de aduana e inmigracion de los EEUU para que los entregaramos al llegar al aeropuerto, sin duda uno de los momentos que yo mas temia. Despues de mas de una hora de espera, se nos asigna puerta y podemos desembarcar.
Oh, my God! no entiendo ni una palabra de lo que me estan diciendo, pero al final, no se como, todo "is OK" y puedo comenzar mi aventura americana.......

.......(lo siento, comence hace unos dias el relato pero me ha sido imposible continuarlo, muchas cosas que ver y que hacer. Ya estoy en San Francisco, os ire relatando el viaje poco a poco, quizas cuando vuelva a casa que es en tan solo unos dias)........................

martes, 14 de octubre de 2008

Ya está hecho, casi todo preparado, mañana me voy de viaje, tengo muchas cosas que contar y espero tener muchas más. Nos vemos a la vuelta.

martes, 30 de septiembre de 2008

VALENCIA I PARTE

Dicen que las cosas sin pensarlas mucho salen mejor y, la verdad, es que sin haberlas pensado mucho, la primera parte de mis vacaciones no han salido nada mal.
El viaje a Barcelona rondaba mi cabeza desde hace tiempo pero el de Valencia, pues la verdad es que no. Tan sólo hizo falta una invitación unos días antes para alterar el "planing".
Mi primer encuentro con Valencia ocurrió en uno de los mejores veranos de mi vida. Recién cumplidoslos 18 años, con todo preparado para en unas semanas comenzar mi vida de universitaria en Madrid. Era agosto y la fiesta no paraba ni un solo día, notenía nada que hacer salvo disfrutar de mis merecidas vacaciones, cuando los padres de mi amiga me propusieron hacer un paréntesis y acompañarlos a su ciudad.
Una descongestionada ciudad me recibió y me invitó a pasar una semana en la que habría de todo. Un bella ciudad que te ofrEcía la mejor de sus caras a cualquier hora del día; risas provocadas por mi "gracioso" acento, citas a ciegas con rosa incluida, bailes en el podium, playa con los bocadillos de Sole, cenas en restaurantes "de cine" y autobús equivocado, y trato con el conductor para que nos dejara volver gratis, historias para no dormir del taxista que recoge a dos chicas jóvenes que se acaban de bajar de un autobús fuera de servicio a las tantas de la madrugada, un martes. Hubo películas de miedo con palomitas, más playa, más ciudad, más gente y unas amigas descubriéndose aún más, en un escenario diferente.

El segundo viaje, el segundo encuentro no tardó en llegar. Como una turista más me sumé a los millares o millones que en marzo celebran en valencia la fiesta del fuego, Las Fallas. La primera indicación al llegar fue la de la dirección donde debía dirigirme en el probable caso de que algno del grupo nos perdiésemos.
Pasando el Pont de Fusta, la Plaza de la Virgen (o de las palomas según Mar), las calles del Carmen y la Plaza del ayuntamiento donde nos dió la bienvenida un enorme Gulliver. Nosotros, en comparación, del tamaño de Liliputienses, nos vimos inundados de humo y ruido, mucho ruido y mucho humo que según los de allí olía a limón, pero a mí no me olía nada más que a pólvora. Petardos, cohetes, ruido, fiesta, buen ambiente y mucha gente, incluso Jesús y Somaya se sumaron desde Madrid a la celebración.

Después vinieron las despedidas de solteras y las bodas que de nuevo me llevaron hasta tierras valencianas, pero este año han sido otros amigos los que me acercaron allí.
Y han sido unos días de encuentros, de bienvenida a Mario, de visitar a Elena en el trabajo, de pasear con Cristina por el centro mientras compraba el billete de tren, de compras, de animales, de calor, de bases del ejército, de cenas, de cutty sark, de playa y quemaduras, de risas, de muchas risas......
........CONTINUARÁ

martes, 23 de septiembre de 2008

VIAJAR SOLA

PAra hacer honor a mi nick, llevo unos días buscando compañero/a de viaje. Ya hace meses que decidí que este año me merecía unas vacaciones en el extranjero y que tenía muchas ganas de conocer la Gran Manzana. Llevo meses comentándoselo a los amigos para ver si al final alguno de ellos se animaba a acompañarme, pero reconozco que las fechas no son las más apropiadas para que los demás tengan vacaciones. La semana pasada decidí finalmente que me liaba la manta a la cabeza y que me iba sola, pero antes de reservar el viaje hice un último intento. Lo de este blog es el contacto más cercano que tengo con internet, he de reconocer que la red aún no es del todo lo mío, y a pesar de ello, visité un foro de viajeros y dejé mi mensaje. "Tengo 28 años, viajo sola a Nueva York en octubre, ¿quién se anima?" (o algo así). También dejé un comentario. No confiaba nada en eso, aún no sé ni porqué lo hice, pero el caso es que he tenido dos respuestas. Y me sigo tirando de los pelos por lo indecisa que soy porque todavía no he sido capaz de decidirme. Consultaré con la almohada y con vosotros, claro.
Sigo con los preparativos y tengo pendiente mi relato de mis mini vacaciones de agosto.

sábado, 13 de septiembre de 2008

DEL VERANO

El veranito parece que se está acabando lo que no me preocupa en exceso. Antes sí, antes odiaba el mes de septiembre. Con él llegaba en final de casi tres meses de vacaciones, de encuentros con los "amigos del verano", de tardes de helados, de confidencias, de risas, de... y de las noches mejor ni hablar. Pero ahora, la verdad, es que no me emociona de manera especial el verano, lo siguen haciendo los encuentros, las llamadas en plena siesta para echar un café, las noches de piscina, una cerveza en una terracita, o las escapadas de fin de semana. Hacía tiempo que no tenía vacaciones durante los meses de verano y quizá por eso el verano no es lo que era. Intento disfrutar durante todo el año de esos momentos que antes sólo los propiciaba la época estival.
Pero este verano ha sido diferente, sí he tenido unos días de vacaciones que he aprovechado como nunca, y llevo semanas intentándo hablaos de ellos pero no sé lo que me pasa, no me salen las palabras, se me amontonan las ideas. Por ahora decir que han sido unas vacaciones de encuentros y reencuentros, de descubrimientos, de ciudades y gentes geniales.
Os lo contaré, lo prometo.

martes, 26 de agosto de 2008

SIGO CONTANDO

Que las vacacionbes son para descansar. ¡Cuando lo voy a aprender!, siempre me pasa igual, que cuando las acabo necesito algunos días para descansar de ellas. Pero aún no.
Desde que los vientos africanos me llevaron a Valencia han pasado algunos días. Del calor asfixiante a temperaturas y luces propias del otoño. Como horizonte el mediterráneo. En coche, en tren, en avión.
La música y el fuego me recibieron y con la música a otra feria.
Sólo quería saludar, estoy ya por aquí, estoy cerquita, os sigo.
Estoy preparando mi cuaderno de viaje.

viernes, 8 de agosto de 2008

LA MAR

Amigos, me voy unos días a empaparme del mediterráneo, nos vemos a la vuelta. Un muy cordial abrazo.

lunes, 4 de agosto de 2008

VESTIGIOS EPISTOLARES

Foto: El País
Aunque soy ferviente defensora de las nuevas tecnologías, sobre todo como medio de comunicación, tengo que reconocer que hay otros, que están desapareciendo, y que se echan de menos.
Hace unos días me proponía hacer la habitual limpieza de armario cuando choqué con mi caja de zapatos. Es una de mis cajas de recuerdos (antes tenía más pero con el tiempo me voy deshaciendo de ellas) MI CAJA, con mayúsculas, la caja donde guardo las cartas que sobre todo en mi adolescencia, recibía de mis amigos. Las hay de papel perfumado, de tan sólo unos renglones, devueltas por dirección incorrecta, con sobres personalizados, con dibujos, con besos de carmin, con poemas, con dedicatorias, sin ellas, con buenas y malas noticias, con regalos, con música, sobres del correo aéreo (qué ilusión me hacían esas), con sellos de pesetas, sin sellos.... y hay cartas sin enviar.
Hacía mucho que no me había dado por repasar esa caja, tanto, tanto tiempo. Entre las cartas sin enviar había una que ni siquiera recordaba haber escrito. ¡Cuánto tiempo ha pasado!. La abrí porque tampoco sabía de su contenido; ahí estaban, esas palabras, esa cicatriz que se vuelve a dejar sentir, esos sentimientos ahogados bajo el almohadón y esa frase con la que terminaba que quise compartir con vosotros en mi anterior post.
Y ahí seguirá MI CAJA testigo de tantas cosas. He decidido que volver a retomar esa bonita costumbre, la de escribir cartas.

viernes, 1 de agosto de 2008

Menos es más




Habría preferido que me hubieses querido menos pero que me hubieses querido mejor.

martes, 22 de julio de 2008

FOLIOS DE COLORES


Y de repente se vió sentada ante el ordenador intentando describir sin ansiedad lo ansiosa que estaba, ante un nuevo correo por llenar de las palabras que no quería decir o, más bien, que no quería que pareciera que había dicho.
Habían pasado varios años pero no había pasado ni un día en el que no hubiese esperado la llamada que hoy había recibido. Más de una vez se había sorprendido a sí misma escribiendo un mensaje que nunca llegaría a mandar (para ser sincera, alguno sí que salió de su teléfono pero no obtuvo respuesta), tarareando canciones que al final no cantaba, trazando líneas de un retrato sin terminar.


ALLI:
¡HOLAAAAAAAA, CIELO, CUANTO TIEMPO!, ¿COMO ESTÁS?
AQUÍ:
¡ERES TÚ, INCREIBLE!, ¡CUANTO TIEMPO HA PASADO!
ALLÍ:
TODO GENIAL SIGO CON MIS COSAS ME IMAGINO QUE TU MUY BIEN TAMBIÉN, ESPERO QUE TU MUY BIEN TAMBIEN
AQUÍ:
CLARO SÍ, DIME, ¿DONDE ANDAS?
ALLÍ:
PUES TAMBIEN COMO SIEMPRE, HOY AQUI, MAÑANA NO LO SÉ
AQUÍ:
ME HE ACORDADO DE TI, PROBABLEMENTE VIAJE A TU CIUDAD
ALLÍ:
PUES LLAMAME, NO SÉ SI ESTARÉ PERO ME GUSTARÍA VOLVER A VERTE
TU VOZ SUENA LINDA COMO SIEMPRE. CHAO AMOR.


Chao o ciao, no sé, AMOR. Siempre se despedía con esa frase, con esa palabra. Y a miles de kilómetros de distancia seguía sonando tan tierna como lo hacía en la cercanía. Nunca fue nada más que eso, una dulce y tierna palabra, una sensación de complicidad, de compañía, de chistes a los pies de la cama, de té al atardecer en la cocina, de mensajes indescifrables.
Con él descubrió otra forma de querer, de dejarse querer, de quererse mutua y recíprocamente. Otra forma de sentir y saberse sentida, de besar y ser besada, de buscar y buscarse, de tocar, de escuchar, de ver, de cantar, de hablar, de mirar, de leer, de encontrar, de respirar, de pasear, de bailar, de decir, de recordar, de añorar, de esperar, de seguir, de comer, de oler, de beber, de reir, de llorar, de soñar, de descubrir, de hallar, de....
Fue todo un descubrimiento que el destino puso en su camino aunque le costó mucho reconocer. Fue un bálsamo para sus heridas sin cicatrizar, horas para sus días vacios, música para sus oidos, color para su paisaje.
Todo eso lo sabía pero seguía sin atreverse a llenar esa página en blanco.

sábado, 19 de julio de 2008

UNOS CUANTOS BORRONES

Nuevo día, borrón y cuenta nueva. Aún hubo más cosas ayer, pero alguna demasiado desagradables para hablar de ellas aquí. Buenos días, de nuevo en camino.

viernes, 18 de julio de 2008

¿UN RATITO MÁS?

¿Nos os ha pasado nunca que hay días en los que casi habrías preferido no haberte levantado de la cama? Hoy ha sido uno de esos días para mí y aún no ha acabado.


El calor me ha jugado una mala pasada esa noche y ha hecho que vea todas las horas que marca el reloj; cuando empezaba a amanecer el sueño empezó a vencerme y cuando por fin sonó el despertador, como si fuese una niña chica, casi me pongo a llorar porque quería dormir un ratito más, pero como ya soy toda una mujer, como diría mi madre, y tengo que ser responsable pues a levantarse que hay que trabajar. Primera parada el baño con su ducha incluida, que por cierto, hoy le ha dado por jugar con el agua caliente. No pasa nada, una buena sonrisa en la cara y a desayunar, algo que podrías hacer si no se hubiesen acabado todo el zumo¡¡¡¡¡¡. Tampoco pasa nada, un vasito de leche (aunque no la soporte) no le hace mal a nadie. Lo demás ha transcurrido con normalidad. Ya en la calle me dispongo a coger el coche ...¡¡¡¡maldita sea, las luces están encendidas!!!!!. La última persona que lo cogió ayer se olvidó de apagarlas y probablemente no arranqué, pero no es así, lo hace a la primera y el día continúa con su habitual normalidad.

Toca pagar el seguro del vehículo antes de ir a trabajar, pero está cerrado aunque pone que a las 9 abría; vuelvo más tarde, sigue cerrado, al final no llegaré al trabajo, ahí viene, vale, todo resuelto.

Como cada viernes, en principio se presenta una jornada tranquila de trabajo, o eso pensaba yo. A media mañana asisto a un acto en la piscina municipal y al salir, tropiezo, caigo y me desdibujo pierna, rodilla, manos y codos, vamos que quedo para echarme una fotito que yo sé que a alguno le ha dado gana. Me levanto como si allí no hubiese pasado nada, todo digna y sigo hacia la calle. ¿Tienes con quién irte?. Sí, no te preocupes, he traido coche. ¿He traido coche?, maldito coche que ahora se niega a arrancar. Ring, ring, ¿puedes traer las pinzas del coche?, es que creo que me he quedado sin bateria, anoche alguien se dejó las luces echadas, gracias. La herida de la pierna no para de sangrar y ahora duele mucho. El coche se niega a arrancar ni con ayuda. El teléfono suena y es que hace mucho que debería haber vuelto al trabajo. La grúa, ¿ocupada?, no pasa nada se queda aparcado y esta tarde vuelvo a por él. No te preocupes, vete que ya lo hago yo. Gracias. ¡Ah! pero no te vayas a ir sin curarte esa herida, tiene muy mala pinta.

Un día de lo más normal, ¿no?, yo no soy pesimista.

Mensaje en el móvil: el hotel al que ibamos está completo a vosotras dos os puedo coger habitaciones en otros hoteles de pueblos cercanos, pero son 150 euros más, ¿qué hago?. Inténtalo allí aunque no me apetece estar sola en otro sitio. Que no, que tampoco quedan hay algo a 50 kilómetros. Pues no te preocupes, otra vez será.

Y sigue mi racha.

Llamada por teléfono a las 15.00 horas, me entretengo y olvido que la comida estaba puesta en el fuego, el olor a humo me lo recuerda. Adiossss, bueno, en realidad hoy sólo me apetecía comer un poco de fruta.

Pues no, la verdad es que no sé lo que he hecho pero el caso es que el cajero automático se ha tragado la tarjeta y necesitaba dinero esta tarde. Vale, el lunes me acercaré a mi oficina, pero mientras tanto ¿qué hago?. De acuerdo, Buenas Tardes.

Y después de atragantarme con un sorbo de agura me voy a sentar un ratito frente al ordenador y desahogarme y a ver si ahí no me pasa nada.

Ummm¡¡¡¡ 18 de julio. No sé si me gusta esta fecha. Desde luego hoy no.

Y el día no ha terminado, mañana os cuento.

viernes, 11 de julio de 2008

HOY TENGO GANAS DE TI

Hoy me he levantado melancólica. No sé lo que me pasa, pero tengo una sensación muy extraña, un nudo en la boca del estómago que a la vez me oprime el pecho. Me vienen ganas de llorar mientras estallo en carcajadas. Quizás alguna situación me ha desbordado, me ha roto algunos esquemas y ha hecho que no quiera seguir confiando en la gente. Y frente a la ventana, miro la calle pero no es este sol el que veo, no es este aire el que acaricia mi cara, no es este olor el que me llega.


Huelo, miro y respiro e identifico la escena, necesito desconectar y dejarme bañar por ese otro sol. Tengo ganas de libertad, tengo ganas de silencio, tengo ganas de mar, tengo ganas de Cádiz. Hace mucho que no te tengo, hace tiempo que te ando, que no te veo, que no te oigo, que no te pruebo, que no te siento.


Espérame, busco un hueco y te encuentro.



En palabras de Antonio Burgos, "A la libertad le tengo puesto el nombre de Cádiz".




miércoles, 9 de julio de 2008

DE BOGOTÁ A MARTOS



Se trata de trasformar una simple estadística en carne y hueso ya que no son números sino personas. Este es un artículo, que con la excusa de la inmigración escribí para la revista de Cáritas. Esta es una historia, pero cada uno de los inmigrantes que llegan hasta nuestros pueblos y ciudades, tiene la suya. Sólo tenemos que querer descubrirlas.





Jairo lleva más de dos años en Martos. Su mujer, María, llegó hace unos siete.
Muchas veces reducimos la inmigración a una simple estadística; los extranjeros que llegan a nuestro país, a nuestras ciudades, son sólo números pero, tras cada una de esas personas existe una historia, la mayoría de las veces unida a la necesidad. La de Jairo es una de ellas.
Jairo Cardona Alzate es moreno, menudo, cortés, humilde y tremendamente agradecido. Sus ojos oscuros brillan como el cristal y confirman con transparencia cada una de las palabras que escoge para hablar de su vida. Nació en la ciudad de Armenia, capital del Departamento (provincia) de Quindio, en Colombia, pero fue en la ciudad de Cartago de la provincia del Valle donde se crió. En la capital del país, Bogotá, tuvo su última vivienda antes de tomar la decidión de venir a España siguiendo a su mujer.
Cuando Jairo llegó a España algo se removió en su interior, no sabe explicar con exactitud qué es lo que sintió. Le dolia el pecho, le invadía la angustia de pensar que se encontraba a miles de kilómetros de su casa, de sus hijos, de su "mamá", pero su mujer, a la que no veía desde hace mucho tiempo, le esperaba.
"Nunca es fácil tomar esa decisión", aclara Jairo, "es muy dificil tomar la determinación de dejar tu país y tu familia para venirse, pero yo tenía aquí algo que me atraía, mi esposa". La familia de Jairo, en Bogotá, tenían un restaurante y un taxi, "era yo el que manejaba", reconoce Jairo. Con el tiempo, tuvieron que cerrar el restaurante y María pensó en emigrar. "Mi esposa tiene unas personas muy allegadas en Italia y le animaron a ir allí, pero cuando finalmente tomó la decisión fue a España donde quiso ir, también tiene familia aquí y la lengua y las costumbres eran más parecidas a las nuestras". Primero llegó a Madrid y allí encontró trabajo para cuidar a una mujer mayor en Jaén. Cuando murió, la familia de la anciana la recomendó a una familia marteña que años después también ofreció trabajo a Jairo. " Los jefes de mi esposa tienen fincas de olivar y me ofrecieron trabajo en el campo. Vine con la tarjeta de peón agrícola y desde el primer dia estoy trabajando. Cuando llegó el verano y se acabó el trabajo en el campo me puse a buscar otro. Mi jefe me dijo que cuando llegara septiembre habría trabajo de nuevo pero yo no podía esperar tanto". Y sí, encontró otro trabajo, desde entonces se ha dedicado al sector de la hostelería, algo que no le era desconocido.
"He dado con gente muy buena aquí en Martos, me han conocido y, de verdad, me han ayudado harto".
En sus palabras se refleja el agradecimiento que siente hacia las personas que se ha cruzado en el camino, que le han tendido la mano y que no le han cerrado ninguna puerta por el simple hecho de ser inmigrante. Aún así, cree que es afortunado y sabe que su situación no es la de otras muchas personas que también deciden buscan un futuro mejor en otro país. "Yo, personalmente, he rodado con una suerte muy bonita - reconoce-, por que hay otras personas a las que les ha tocado domir en la calle y aguantar hambre". Además, sus tres hijos también viven ýa aquí con ellos. "La más pequeña está estudiando en la Universidad de Jaén, mi otra hija terminó sus estudios en Bogotá y acaba de llegar y mi hijo trabajó en la temporada de la aceituna y ahora está pensando en retomar sus estudios de Ingeniería Electrónica". Pero también ha sido en España donde Jairo ha pasado el peor momento de su vida, fue hace un año cuando su madre murió. "EL 20 de mayo se cumple un año. Fue muy dificil cuando falleció mi madre y yo estaba en este país sin poder hacer nada por ella y ni siquiera verla en sus últimos dias. Para mí, ese momento fue uno de los más difíciles de mi vida".
Una de sus máximas es que cada uno es el que hace su vida. "Somos personas que no tenemos problemas con nadie, las personas con las que nos hemos relacionado nos han tomado aprecio por nuestro modo de ser y nos han acogido muy bien. Conocemos a algunas personas que nos ofrecen su ayuda cuando lo necesitamos. Yo no tengo queja de nada ni de nadie de este pueblo".
Y a la pregunta, ¿han pensado volver algún dia?, no duda la respuesta: "yo ya no tengo nada que me atraiga allí, lo que más quería que era mi mamá murió y con mis hermanos no he tenido una relación muy estrecha. Ya que mis hijos están aquí con nosotros, todo lo tengo aquí. De momento yo no pienso en volver pronto aunque la vida da muchas vueltas. A mi me gusta vivir aquí, lo prefiero a una gran ciudad. En un pueblo conoces a la gente y ellos te conocen. Yo hasta el momento estoy muy agradecido aquí y mi familia y yo empezamos a tener proyectos".

martes, 8 de julio de 2008

CON MI BENDICIÓN


Mi amigo D'Paula me dejaba hace unos días un regalito en su blog, esta bendición del arcángel San Miguel con la condición que que bendiga a otros 12 ángeles en la tierra. Hay muchos ángeles sin alas con los que uno se topa cada día, eso sí, si sabe verlos, pero no conozco si tienen o no blog. Es una excusa para decir que las personas con las que intercambio ideas en este espacio son muy pocas y ya la han recibido, así que, aqui queda mi bendición para todos los que se unan a este viaje.

viernes, 27 de junio de 2008

EHHHH???? UFFFFFF¡¡¡¡¡

¿¿¿¿¿Qué hacer cuando necesitas desesperadamente contar algo y no encuentras a la persona adecuada para que lo sepa?????


jueves, 19 de junio de 2008

VAMOS A CONTAR

Es un recuerdo que sigue volviendo a mi mente cada vez que me acerco a Quesada. Mi padre, cuando nos ibamos acercando al pueblo cualquiera de los fines de semana que ibamos, nos decía a los niños, desesperados por el viaje, que contásemos hasta 20 y veríamos como aparecía al fondo el pueblo. 1, 2, 3, 4,.....y 20 y ¡zás! ahí estaba, entre y sobre cerros, Quesada. Nosotros, que nos cansábamos mucho en ese viaje, algunas veces hacíamos trampa y los veinte números los recitábamos muy rápido pero, ¡voilà!, al llegar a la veintena, el pueblo se nos presentaba ante nuestra asborta mirada que no entendía como no habíamos podido engañar a los números. Mucho tiempo después, (porque durante mucho tiempo yo he seguido pensando como era posible que contando rápido o despacio, llegásemos a la misma curva al nombrar el 20) fui consciente de la habilidad de nuestros padres de desviarnos la atención para que durante un momento dejásemos de contar cuando íbamos muy rápido y no iban a cuadrar las cuentas.

De mayor, sigo encontrando en el pueblo una válvula de escape y la compañía de grandes amigos lo que ayuda a que mis pies sigan echando raices en esta localidad serrana. Siempre he tenido allí mi segunda vivienda, antes la casa de mi abuelo y ahora la de mis padres. Cuando vivía en Martos o en la época que pasé en Madrid, siempre era allí donde pensaba para descansar o pasar una buena juerga con los amigos. Y sigue siendo así.



Me gustan sus casas blancas y sus calles empinadas; la calle Adentro, verdel refrescante de verde y flores escondido en el centro del pueblo. Me gusta su paisaje serrano alternando con los olivos y sus cientos de cortijos diseminados en el horizonte. Me gustan las mañanas de invierno desde la terraza de mi casa contemplando cumbres que la nieve pintó de blanco durante la madrugada y las calurosas tardes de agosto, de feria, de eternas ligás y granizadas bajo algún viejo olmo del jardin (ya sólo queda uno, una plaga acabó con los demás).



Me gustan los colores que arroja el cielo en los atardeceres de otoño. El aire. La lonja. La Magdalena y sus fiestas. El refugio que Tíscar ofrece al caminante, al peregrino, al visitante. La estrecha entrada a la Cueva del Agua y escuchar el estruendo del agua cuando cae por sus paredes y desniveles; bajar su montón de escaleras para disfrutar de ese trozo de naturaleza escondida y volver a subirlas.

Me gustan sus fiestas, esperar a que abran la puerta en la verbena de la feria para entrar, sin pagar, a bailar paquito el chocolatero agarrados a los amigos. La Traida de la Virgen y su despedida, San Miguel, el dia del Santo, San Antón, San Sebastián.

Me gusta su gente y su humor. Pasar las horas muertas en la barra de cualquier bar de charla con ellos y que se me acumule una cerveza tras otra en la barra porque con esa charla no me acuerdo ni de beber. Estar con ellos y sentirme una de ellos aunque lleve varios meses sin ir.

Tierra de conquistadores, de historiadores, poetas, pintores. Refugio de artistas. Tierras de leyendas, de histroria, de pasado y de futuro.

Eso es Quesada, si teneíS oportunidad de visitarla no la dejéis pasar, por mi parte estais invitados.

FAUSTO EN EL BERENJENAL

Hace unos días una amiga me dijo que yo padecía el síndrome de Fausto, lo dijo riéndose y dejándome a mi con la incertidumbre de qué era precisamente lo que me estaba llamando, seguro que me estaba insultando porque la cuestión surgió mientras se quejaba de que llevaba más de un mes intentando quedar conmigo y no había manera. Entenderéis que no me quedó más remedio que recurrir a internet para que me desvelase quién era el tal Fausto que me había dejado en vilo toda la tarde.

Pues Fausto no es otro que el título de la famosa obra de Goethe cuya lamentación del primer acto sirve para dar nombre a este síndrome que se define también como "bulimia intelectual" o "el hambre de conocimientos". "Las personas que lo padecen poseen un deseo compulsivo de leer y estudiar sin obtener de todo ello ninguna gratificación especial, más bien suelen constatar angustia al comprobar que nunca terminarán de aprender ni lo conocerán todo. Suelen poseer una gran cultura, reglada oficialmente o no y, cuando sus recursos se lo permiten, están en posesión de enormes bibliotecas cuyo rasgo común es la discontinuidad temática de las materias allí presentes, signo fehaciente de un conocimiento errático, no lineal y estéril profesionalmente.
El sujeto es tan consciente de su superioridad discursiva, que no consigue experimentar placer alguno en la socialización, por entender que no halla interlocutores lo bastante capacitados como para estimularle a una interacción comunicativa positiva. Cuando han de relacionarse públicamente es por force majeure. Incluso el reconocimiento público de su erudición les provoca un notable fastidio, cuando proviene de personas que poseen un listón cultural inferior al suyo.





No amiga, no. Yo no padezco este síndrome, tan sólo soy, en lenguaje del pueblo llano, "un culillo de mal asiento" que le gusta conocer aquello que le rodea, aunque es evidente que no lo consigo. Se podría decir, aludiendo también a expresiones populares, que me encanta meterme en "berenjenales". ¿Estudiar otra legislatura?, ¿por qué no?; perfeccionar los idiomas en el extranjero?, indispensable; ¿que quieres redecorar la casa?, yo te pinto los cuadros... Y si algún día me apetece cualquier otra cosa seguro que lo intentaré, aunque luego no consiga salir del berenjenal. Ah, tiempo para una cervecita, una visita y una llamada de teléfono siempre hay.

miércoles, 18 de junio de 2008

TOC, TOC


¿¿ SE PUEDE PASAR??

jueves, 22 de mayo de 2008

22 de MAYO de 1980

Hoy la niña cumple 28 añazos.
Sí, tal día como hoy, hace ya ese montón de años nací yo. ¿Qué más pasó ese día?. Los que me conoceis sabeis que suelo guardar la prensa de algún día que ha sido importante para mí, pero, por desgracida, en esa época no habíaadquirido aún esa costumbre. Por suerte, con internet tenemos muchas hemerotecas a nuestra disposición por lo que hoy puedo saber que el día que yo nací los socialistas presentaron una moción de censura contra Adolfo Suárez y proponiendo a Felipe González para presidente. El ministro de Transportes y Comunicaciones, José Luis Alvarez, anunciaba una subida del 20% de las tarifas telefónicas. Corea del Sur se agitaba, las sangrientas manifestaciones antigubernamentales provocaban docenas de muertos en la ciudad de Kwangyu por los enfrentamientos entre el pueblo y el ejército y prococaban la dimisión de varios ministros. El pueblo Québec rechaza mayoritariamente, en referéndum, su "soberanía asociada" con Canadá. Un multimillonario británico deja todas sus propiedades a once trabajadores canarios.
Seguiré investigando sobre el día de mi nacimiento.
Un saludo a todos.

lunes, 19 de mayo de 2008

YO ESTUVE ALLI

Escribo hoy, en primer lugar para pedir disculpas a todos aquellos que habitualmente viajais un ratito en este blog, por lo abandonados que os tengo últimamente. Y en segundo lugar para pedios permiso para estar ausente unos dias más, lo siento, pero estoy ¡¡¡¡¡¡¡DE EXÁMENES!!!!!!. ¡Cuánto tiempo hacía que no decía eso!, ¿verdad?. Pero he vuelto a los estudios y los exámenes finales que roban todo el poco tiempo libre del que dispongo. Os prometo que en junio me teneis de vuelta a casa.
En mi última tutoría de Derecho constitucional hablamos del exámen, cómo no, pero el tutor se atrevió a hacernos una advertencia: la persona que va a corregir nuestro exámen, además de ser el autor del manual de estudio, fue uno de los redactores y ponentes de nuestra Constitución de 1987. ¡Él estuvo allí!, se encargó de recalcar mi tutor, ¡nos os olvideis de eso ni de lo estricto que es con los términos y el rigor histórico!. Pues lo que me faltaba a mí, que después de intentar descifrar el libro y lo que es peor aún, memorizarlo, me vengan con rigores históricos. Pero, esa nota me ha permitido acercarme a la asignatura de otra manera. El autor del libro que me tiene sin dormir estos días ¡estuvo allí!, es uno de los protagonistas de la historia más reciente de la democracia española y, además, se encarga de recordarnoslo en el libro, haciendo continuas referencias a los debates, a las discrepancias, a las (que también las hubo) reuniones privadas/semi-secretas. Me los imagino, de noche, en una de las salas del Congreso, bajo la niebla del tabaco, peleándo y haciendo concesiones mutuas. Los imagino con los anteojos calados en la nariz, sus finos bigotes y recortadas barbas, con la mano sujetando la cabeza y la camisa medio desabrochada. Imagino ojeras mañaneras y portafolios desbordados. Manchas de café en la manga y quemadura de cigarrillo en el pantalón. Tensión, miedo a que lo que quedaba atrás se volviera a repetir. Precaución y esperanza. Sobre todo ESPERANZA.
Pues que queréis que os diga, que me acompaña el estudio saber que ÉL ESTUVO ALLÍ.

miércoles, 23 de abril de 2008

DIA DEL LIBRO 2008






"Leer es vivir dos veces"

(Antonio Gamoneda)


lunes, 14 de abril de 2008

HUELE A MADRID


Desde hace unos días, cada vez que llego a trabajar, la imagen de mi último piso en Madrid me vuelve a la retina. Cosas del olfato: en el último pedido de droguería nos han mandado el ambientador con la misma fragancia que el que usaba mi compañera de piso. Frescor de Hierbas del Bosque.

Desde pequeña, mi memoria olfativa ha sido mucho mejor que cualquier otra, pero es fácil acordarse cuando al reconocer olores del pasado, la imagen de la situación se te presenta nítida como una fotografía. Y todo ello a pesar de mi, en principio, mala relación con los olores: no soporto los olores fuertes, y no sólo hablo de los desagradables. Un olor intenso, sea bueno o malo (aqui también habría mucho que escribir) me provoca mareos, naúseas y más. Yo prefiero que las cosas no huelan, o al menos que su olor no lo inunde todo.

No puedo estar junto a una persona que haya abrazado el bote de colonia (menos aún si está peleada con él, o lo que es peor, con el agua). No me gusta el olor a gasolina, ni a pintura. No me gusta llegar a casa y, desde el portal, saber qué va a comer cada vecino. A pesar de todo ello, no estoy peleada con mi sentido olfativo, todo lo contrario; es que mi nariz necesita intuir y buscar esos aromas, no que se los metan a la fuerza.

EN LA COCINA. Soy una amante de las especias, eso sí, en su justa medida. Es a través del olfato y no del gusto como pruebo la comida mientras la cocino. Soy capaz de extraer un alto porcentaje de los ingredientes de una receta tan sólo oliendo.

EN LAS PERSONAS. Las suelo recordar por su olor. Sí, y digo su olor y no su perfume, en primer lugar porque una misma fragancia huele distinto según la persona que la use. Y en segundo lugar, porque a cada uno yo les asocio un olor, normalmente el del perfume que habitualmente usan, pero también aquel que probaron sólo una vez pero fue el que se me quedó grabado. Así, Jesús huele a Jop, me imagino que ya habrá cambiado, pero cada vez que coincido con ese olor -rara vez debo decir-, huelo a Jesús. Somaya es Lolita Lempika, Yaiza/Ángel, Antonio/GEF, Laura/Noa, mamá/Organza, mi hermano, jaja, no sé lo que me pasa pero cada vez que huelo el Reflex me acuerdo de mi hermano (se me quedaría grabado ese olor en su época de esginces y contracturas)...

Un perfume no te debe delatar nada más abrir la puerta, desde estar en su justa medida y ser sutil, que no te huela nada más que quien te debe oler cuando se acerquen a ti para saludarte, darte un abrazo y que sea en el contacto directo en el que descubra ese tu esencia que no va a olvidar jamás. Yo, después de varios años de búsqueda, he encontrado el mio.

Hay olores que tiene la facultad de ponerme de mal humor (por eso mejor ni nombrarlos) y otros que evocan recuerdos y sensaciones muy agradables. El olor a yerba recién cortada, a tierra mojada, a pan recién hecho, a libro nuevo, sábanas limpias, el olor a cloro en verano, azahar y romero, brisa de mar, piruleta de corazón, té moruno, la piel de un bebé, periódico, pastas de té..........

¿Cuál o cuales son tus olores?

viernes, 4 de abril de 2008

HA MUERTO EL HOMBRE DE LOS BOTINES

O de cómo la imaginación crea sus propios personajes.



No sabiamos su nombre, ni su edad, no conocíamos ningún aspecto de su vida, no lo conocíamos a él pero, para nosotros, el hombre de los botines se llamaba José, era el patriarca de una gran familia gitana y desayunaban churros los domingos. Una de sus nietas acababa de empezar a estudiar enfermería, el primer universitario de la familia y además, Mujer.

Y hace unos dias una amiga me llamó para decirme que habia muerto el hombre de los botines.

Nuestra historia con el hombre de los botines (hasta que pasó mucho tiempo no fue José) comenzó hace dos o tres años.

Un amigo se traslada vivir a Jaén y cada día, cuando va al entrenamiento se cruza, cerca de su casa, con un hombre. De unos sesenta años, pelo negro, muy negro, corto de estatura y andares muy peculiares. Calza unos viejos botines de charol negro y con tacón y viste una gabardina gris.

Mi amigo, inmigrante en esta y otras tierras, acostumbrado como estaba a cargar con su equipaje de una ciudad a otra, con los años había desarrollado la costumbre de imaginarse la vida de las personas a las que aún no conocía. De hecho, yo misma, antes de que nos conociéramos, era para él una pintora artística, diseñadora de moda o cantante ( en lo primero tendría que decirle que hoy día no iba tan descaminado). Pero volvamos a la historia de José.

Un día que paseábamos por Jaén nos cruzamos con el hombre de los botines y mi amigo siguió con la mirada todo su recorrido. Al observar la situación, mi curiosidad me llevó a preguntarle que quién era y con toda natualidad me respondió: -mi vecino, el de los botines-.

Imaginen, me quedé como estaba. Resulta que llevaba dos semanas viviendo en Jaén y ese hombre era la primera persona a la que vio cuando salió de casa el primer dia. Le llamó mucho la atención que con el calor que hacía, el hombre fuera enfundado en su gabardina gris la que, por cierto, lucía de manera muy elegante. Pasaban los días y seguía cruzándose en la calle con él aunque no se acercó nunca a hablarle. Pero esa rutina no le inspiró otra cosa que una vida paralela que inventó. Me contó otra tarde que había decidido que ese hombre se llamaba José, era el patriarca de una gran familia gitana y que de joven había sido un gran bailaor (de ahí que se negara a desprenderse de los botines, lo de la gabardina no encontró aún explicación). Tenía más de veinte nietos de los que se sentía tremendamente orgulloso y de hecho, todos los domingos la familia se reunia en su casa para desayunar juntos churros con chocolate que él mismo acababa de salir a comprar. Mi amigo también dedidía qué era lo que le pasaba cada día: si lo veía especialmente sonriente era porque su nieta, la única universitaria de la familia, había aprobado su primer exámen en la facultad. Si, por el contrario lo veía con el ceño fruncido, deducía que ese día había discutido con su mujer porque ésta insistía en que tirara la vieja gabardina ya roida.




Ese día me lo presentó y, poco a poco, se convirtió en un elemento más de mi paisaje habitual. Cuando quedábamos, nos gustaba hacerlo cerca de su casa para ver si nos encontrábamos con José. Nos inventábamos lo que había comido, la nota que su nieta habia sacado en el último exámen, lo bien que le iba a uno de sus hijos en los negocios, la llamada que habia recibido de un peña flamenca para hacerle un homenaje por su trayectoria....

Mi amigo dejó Jaén y yo de encontrarme con José cada martes pero, fruto del azar, varios meses después, una de mis amigas recayó a vivir por la misma zona. ¡Sorpresa!, el primer dia que voy a verla, me cruzo con José. Ya también se lo presenté a ella, no podía hacer otra cosa: ambas seguimos deparándole sorpresas, ilusiones, aunque también alguna decepción, cada día que lo veiamos, ya fuesemos juntas o por separado.

Pero hace unos días mi amiga me llamó para decirme que el hombre de los botines había muerto. Resultó ser vecino de una compañera suya de clase, y hace unos dias, cuando fue a recogerla a casa vio una esquela en la puerta de su edificio.
-¿Quién ha muerto?-le preguntó.
-Un vecino, a lo mejor te suena de verlo por la calle, iba siempre con gabardina y botines de charol negro.

Se llamaba Manuel.

jueves, 3 de abril de 2008

TODO ESTÁ EN VENTA

¿¿¿¿Cuánto vale tu intimidad????



Aunque resulte contradictorio con el voayerismo latente en ventanas de exhibición como ésta, soy muy celosa de mi intimidad. Hablo mucho, hasta por los codos, pero de lo que me apetece hablar y, en una sociedad como en la que vivimos en la que todo está en venta, creo que eso -la intimidad- es algo que nunca vendería.

Es cierto que hay muchas personas que se lucran comerciando con su vida intima, lo respeto, pero también es cierto que sólo dan conocer aquello que quieren. Eso de que "yo estoy tranquila por que no tengo nada que esconder", ¿es cierto siempre?. Así lo creía, que actuar con coherencia es la única y mejor garantia de todos tus actos, pero hoy no estoy segura del todo. ¿Quién puede decir que no le importaría que todo el mundo conociese cada uno de los pasos que ha dado en su vida, incluso de los que ha dejado de dar?; ¿quién no tiene un secreto que no le gustaría que nunca se revelase?. ¿Qué precio tiene tu más "intima intimidad"?.

100.000 euros. Esa es la cifra máxima que puedes ganar en un nuevo programa de televisión si te sometes al polígrafo y dejas que escarben en tu vida, que juzguen tus actuaciones y te obliguen a reconocer tus miserias (que todos las tenemos....). Tener que reconocer que eres una mala madre o que pagarias por hacer daño a tu pareja son algunas de las consecuencias de participar en este nuevo show televisivo.

Y tú, ¿por cuánto la venderías?......

jueves, 27 de marzo de 2008

HAY DIAS....

Quizás haya dias en los que tu mente se niega a estar en el lugar donde pretendes encasillarla y busca parcelas en paraisos externos a los edenes aprendidos. Es posible que nunca comprendamos el por qué de mil cuestiones, pero es más seguro aún que no queramos obtener la confirmación que sobre su certeza tenemos; que queramos escapar de nuestra realidad para poder refugiarnos en ella.
Hay dias en los que no me veo ni en el espejo y buscando mi imagen me escondo en él.






Tal vez sea cierto que el hombre dejó de poder volar en el momento en el que dejó de soñar.....

miércoles, 19 de marzo de 2008

ES SEMANA SANTA


Inmersos ya en la Semana Santa, es miércoles santo y está lloviendo, con el poco me tiempo que últimamente me reservo para pasear por la red, hoy quiero dejar constancia de estas fechas mientras preraron mi maleta para, este años junto a mis primos, disfrutar de la Semana Santa en cualquier rincón de Andalucia (nos vamos mañana y aún no sabemos donde).
Os dejo uno de mis textos sobre la Semana Santa marteña



DESDE OTRA LENTE

Se presentó ante mí una oscura noche de Viernes santo. Las nubes encapotaban el cielo de mi querido pueblo y tras ellas, de manera fugaz, el farol del cielo iba guiando los pasos tranquilos del que busca el camino de la oración. Las empinadas calles que conducen hasta tu casa rebosaban de almas que iban a tu encuentro y que saludaban bajo el anonimato y el capote de las sombras; fatigosos y deseosos de ver de nuevo tu rostro, de seguir un año más tus pasos, y de consolarte, acompañarte, saberse arropados bajo el manto de la madre amantísima que en la soledad de la noche triste busca el consuelo, la respuesta a un dolor que traspasa el pecho, cual daga que atraviesa un corazón que queda inerte.

Próxima ya la hora de la cita, la multitud concentrada ante tu puerta dificulta el paso. Todo el mundo está allí, convirtiendo tu soledad en débil esperanza de encuentro. Y también yo estoy ahí. Tras el ojo de cristal con el que te miro apareces tú, en tu desnuda soledad, vestida por cirios encendidos, cruces, negros capirotes y blancos aromas de claveles que alfombran tus pies cansados. El pañuelo que seca tus lágrimas se balancea al vaivén de los hombros que soportan tu carga. Y la mia se hace ligera, compartes mi peso, y me saludas.



Es nuestro primer encuentro y siento habernos conocido siempre. Me presento ante ti y me invitas a ayudarte en tu búsqueda, en tu caminar errante por las calles que tantas veces recorrí y por las que hoy, tú, me guías con pasos cansados, decididos, que siguen a un ronco rumor. Y a tu paso, la gente se aparta para dejar libre el camino que has de recorrer, un año más, como si fuera el primero, redimiendo la angustia y desazón de los hombres y mujeres que en muda penitencia esperan la caricia que le ofrecen tus manos.

Y miro hacia ariba. También allí te esperaban, hasta las nubes se abren al llegar la medianoche para dejar pasar la luz de la luna llena que ha de iluminar nuestro caminar. Avanzamos entre el silencio tan sólo roto por el latido de los que te esperaban y un solitario tambor anuncia tu llegada.

Mi objetivo capta tu imagen tras el crepitar de ardientes cruces a las que yo, pecador, arrojo mis pensamientos más secretos. Y te miro. En tus cristalinos ojos veo reflejada la llama del fuego purificador y comprendo que la búsqueda está dando resultado. En esos ojos está él, el Hijo que triunfante pasa ante los gritos de ¡Hosanna!; el que con humildad y paciencia soporta un juicio injusto; el que ha sido cautivo del egoismo humano. El mismo que reza bajo el amparo de un olivo marteño. Aquel que en silencio levanta su cruz y carga también con la nuestra. El que ama, el que perdona, el que muere, el que nos consuela entregándonos su más valiosa posesión. Su Madre.

Pasan las horas y las calles vuelven a estrecharse para abrigarte bajo sus muros blancos; las estrellas sonríen a tu paso reflejando el brillo de tu corona. Sosegada serenidad de Viernes Santo marteño.

Y de repente a solas contigo quedo. Es a mi a quien diriges tu cándida mirada, me hablas con ahogadas palabras en las que resuena la esperanza de volver a encontrarnos un año más, fieles a la cita, para de nuevo emprender juntas la búsqueda, el camino.
*Gracias Luis por la foto

domingo, 17 de febrero de 2008

RECORDANDO




Lo de que cualquier tiempo pasado nos parece mejor no siempre es cierto, pero hay dias en los que, sin quererlo, encuentras una vieja estampa como ésta y te trae a la memoria muy buenos recuerdos. A partir de ahora voy a ir poniendo alguna de estas fotos, pero necesito que me mandeis más, ok?

miércoles, 9 de enero de 2008

MIL FORMAS DE CANTAR A LA SOLEDAD

Nada que decir
nada nuevo que contar
todo lo que vive en mi
desnuda esta mi alma

Aguas que corren
nacen por venir
que desatan furia al fin
que se mezclan con mis ganas

En mi soledad nadie mas
vive por mi solo yo
sola ante un fin
que se esconde por nada
y para nada sin ti






Maria: Agüita de Abril

martes, 1 de enero de 2008