"Los viajes son como los libros, se inician con cierta incertidumbre, y se finalizan con nostalgia."
Con esta frase, prestada de no sé quién, me daba la bienvenida un amigo a este viaje que he decidido comenzar. Es cierto que esa nostalgia final, con la que todos contamos, no nos impide que, a diario, estemos dispuestos a embarcarnos en un nuevo viaje, en una nueva aventura. Además, personalmente, casi no concibo el inicio de un viaje sin la compañía de un libro. ¿Cuántas veces no hemos querido ser el protagonista de alguna de las novelas que ocupan nuestra mesita de noche en esos dias?.
Como de un viaje figurado trata este blog, he desempolvado mis viejas lecturas de viajes, las grandes aventuras de la historia. "La vuelta al mundo en ochenta días" de Julio Verne ha sido mi primera lectura de este verano. ¡Cuántas veces de pequeña no desee ser el señor Phileas Fogg, y enbarcarme en esa aventura de dar la vuelta al mundo! O su leal Passepartour, fiel compañero de viaje, ojos abiertos para comerse los nuevos paisajes que descubre en el trayecto. ¡O que, como a miss Aouda, vengan a rescatarnos del tedio y la rutina para emprender una aventura tras otra!
Estoy segura que el plan de viaje que siguiera Mr. Fogg diseñado por el Daily Telegraph se podría hacer hoy, gracias a los nuevos medios de comunicación en muchos mesos dias, pero me encantaría, al menos disponer de 80, para descubrir esos lugares que aún esperan mi visita.
Con este libro he empezado yo mi viaje, ¿cuál te acompaña a ti?
Ahí va los que para muchos seguro es un recuerdo de su infancia
