martes, 30 de septiembre de 2008

VALENCIA I PARTE

Dicen que las cosas sin pensarlas mucho salen mejor y, la verdad, es que sin haberlas pensado mucho, la primera parte de mis vacaciones no han salido nada mal.
El viaje a Barcelona rondaba mi cabeza desde hace tiempo pero el de Valencia, pues la verdad es que no. Tan sólo hizo falta una invitación unos días antes para alterar el "planing".
Mi primer encuentro con Valencia ocurrió en uno de los mejores veranos de mi vida. Recién cumplidoslos 18 años, con todo preparado para en unas semanas comenzar mi vida de universitaria en Madrid. Era agosto y la fiesta no paraba ni un solo día, notenía nada que hacer salvo disfrutar de mis merecidas vacaciones, cuando los padres de mi amiga me propusieron hacer un paréntesis y acompañarlos a su ciudad.
Una descongestionada ciudad me recibió y me invitó a pasar una semana en la que habría de todo. Un bella ciudad que te ofrEcía la mejor de sus caras a cualquier hora del día; risas provocadas por mi "gracioso" acento, citas a ciegas con rosa incluida, bailes en el podium, playa con los bocadillos de Sole, cenas en restaurantes "de cine" y autobús equivocado, y trato con el conductor para que nos dejara volver gratis, historias para no dormir del taxista que recoge a dos chicas jóvenes que se acaban de bajar de un autobús fuera de servicio a las tantas de la madrugada, un martes. Hubo películas de miedo con palomitas, más playa, más ciudad, más gente y unas amigas descubriéndose aún más, en un escenario diferente.

El segundo viaje, el segundo encuentro no tardó en llegar. Como una turista más me sumé a los millares o millones que en marzo celebran en valencia la fiesta del fuego, Las Fallas. La primera indicación al llegar fue la de la dirección donde debía dirigirme en el probable caso de que algno del grupo nos perdiésemos.
Pasando el Pont de Fusta, la Plaza de la Virgen (o de las palomas según Mar), las calles del Carmen y la Plaza del ayuntamiento donde nos dió la bienvenida un enorme Gulliver. Nosotros, en comparación, del tamaño de Liliputienses, nos vimos inundados de humo y ruido, mucho ruido y mucho humo que según los de allí olía a limón, pero a mí no me olía nada más que a pólvora. Petardos, cohetes, ruido, fiesta, buen ambiente y mucha gente, incluso Jesús y Somaya se sumaron desde Madrid a la celebración.

Después vinieron las despedidas de solteras y las bodas que de nuevo me llevaron hasta tierras valencianas, pero este año han sido otros amigos los que me acercaron allí.
Y han sido unos días de encuentros, de bienvenida a Mario, de visitar a Elena en el trabajo, de pasear con Cristina por el centro mientras compraba el billete de tren, de compras, de animales, de calor, de bases del ejército, de cenas, de cutty sark, de playa y quemaduras, de risas, de muchas risas......
........CONTINUARÁ

martes, 23 de septiembre de 2008

VIAJAR SOLA

PAra hacer honor a mi nick, llevo unos días buscando compañero/a de viaje. Ya hace meses que decidí que este año me merecía unas vacaciones en el extranjero y que tenía muchas ganas de conocer la Gran Manzana. Llevo meses comentándoselo a los amigos para ver si al final alguno de ellos se animaba a acompañarme, pero reconozco que las fechas no son las más apropiadas para que los demás tengan vacaciones. La semana pasada decidí finalmente que me liaba la manta a la cabeza y que me iba sola, pero antes de reservar el viaje hice un último intento. Lo de este blog es el contacto más cercano que tengo con internet, he de reconocer que la red aún no es del todo lo mío, y a pesar de ello, visité un foro de viajeros y dejé mi mensaje. "Tengo 28 años, viajo sola a Nueva York en octubre, ¿quién se anima?" (o algo así). También dejé un comentario. No confiaba nada en eso, aún no sé ni porqué lo hice, pero el caso es que he tenido dos respuestas. Y me sigo tirando de los pelos por lo indecisa que soy porque todavía no he sido capaz de decidirme. Consultaré con la almohada y con vosotros, claro.
Sigo con los preparativos y tengo pendiente mi relato de mis mini vacaciones de agosto.

sábado, 13 de septiembre de 2008

DEL VERANO

El veranito parece que se está acabando lo que no me preocupa en exceso. Antes sí, antes odiaba el mes de septiembre. Con él llegaba en final de casi tres meses de vacaciones, de encuentros con los "amigos del verano", de tardes de helados, de confidencias, de risas, de... y de las noches mejor ni hablar. Pero ahora, la verdad, es que no me emociona de manera especial el verano, lo siguen haciendo los encuentros, las llamadas en plena siesta para echar un café, las noches de piscina, una cerveza en una terracita, o las escapadas de fin de semana. Hacía tiempo que no tenía vacaciones durante los meses de verano y quizá por eso el verano no es lo que era. Intento disfrutar durante todo el año de esos momentos que antes sólo los propiciaba la época estival.
Pero este verano ha sido diferente, sí he tenido unos días de vacaciones que he aprovechado como nunca, y llevo semanas intentándo hablaos de ellos pero no sé lo que me pasa, no me salen las palabras, se me amontonan las ideas. Por ahora decir que han sido unas vacaciones de encuentros y reencuentros, de descubrimientos, de ciudades y gentes geniales.
Os lo contaré, lo prometo.