miércoles, 29 de agosto de 2007

UN COMPAÑERO DE VIAJE

¿Te acuerdas? Por cosas como esa me encantaba caminar contigo por las calles de Jaen, ese punto de extravagancia, incluso de surrealismo que le daba ese toque tan especial a todo lo que hacias. No le tenias miedo a ningun sitio; amante del mundo que habias recorrido de sur a norte y de oriente a occidente sabiendo que cada lugar, cada persona, formaban parte de ese ser tan encantador en el que te habias convertido. Siempre dispuesto a compartir tus decubrimientos con la persona con la que en ese momento compartias vagon de viaje. Y cada segundo era especial, se convertia en borbotones de risas, en explosiones de un humor muy amable y que al principio me costaba entender. Una enorme sonrisa que iluminaba la habitacion donde te encontraras y que contagiaba esa ilusion por todo que desprendias. Capaz de animarnos las fiestas y deleitarnos con tu voz. Cosas como esas son las que se echan de menos en los dias en los que parece que la humanidad al completo se ha puesto de acuerdo para ir en contra tuya.
Que todo te vaya muy bien en tu caminar por este mundo que para ti no tiene fronteras.
Navegando por la red me encontre este tema, uno de los mejores recuerdos que me dejaste. A veces es cierto que las ausencias son pedazos de corazon que faltan.

1 comentario:

Virlanda dijo...

Decía Miguel Hernandez que "no hay mal peor que el mal de las ausencias"
¡y cuan cierto es!
Todos los que lo hemos sufrido alguna vez en la vida sabemos que no hay nada que desgarre mas el alma que esa sensación de soledad que deja el compañero de viaje que cruzó el andén y cambió de tren, de vía y de trayecto...